Todos conocemos la película de culto "300" (y si no la conoceis ya estais tardando en verla) pero pocos conocen lo que ocurrió alli realmente, os dejo un fragmento de un libro titulado "los espartanos", su autor dice, que ojalá hubiera más hombres como aquellos espartanos, que tiene fe en que algún día la humanidad se vuelva valiente para afrontar su destino, nosotros coincidimos plenamente con el autor.
Fragmento sobre la batalla de las Termópilas
Los persas cayeron sobre los espartanos como langostas. Pero esta vez los jefes persas no iban adelante.
Venían atrás, arreando a la masa. ¡A latigazos! Heródoto nos cuenta que a la masa del ejército persa hubo que empujarla a los latigazos para que enfrentara a los espartanos. Arreados como una manada de búfalos, muchos persas cayeron al mar. Otros perecieron pisoteados por su propia tropa.
Los espartanos resistieron a pie firme la avalancha hasta que se les quebraron las lanzas. Después, desenvainaron sus cortas espadas y se tiraron sobre el enemigo.
Ése fue el momento en que cayó Leonidas.
Alrededor de su cadáver se produjo un tumulto infernal. Los espartanos defendían el cadáver mientras miles de persas trataban de llegar hasta él.
Dos hermanos de Jerjes: Abrocomas e Hiperantes, cayeron muertos en el mismo lugar. Y, aunque parezca increíble, los espartanos llegaron a rescatar el cadáver de su Jefe. No sólo eso: batieron a los persas en retirada cuatro veces. ¡Cuatro veces!
Pero, por último, llega Hidarnes y es – definitivamente – el fin. Para no quedar completamente entre dos fuegos, el puñado de tespios y espartanos que aun resiste se repliega contra un farallón. De espaldas al mismo, deben soportar una lluvia de proyectiles. Sí: ¡proyectiles! Más de 100.000 hombres contra un centenar, apretado contra la espada y la pared en el más literal de los sentidos, y todavía se los remata a flechazos y a lanzazos.
¿Es que todavía los persas no se atrevían a acercarse?
No. No se atrevieron. Esa es la verdad. Hasta el día de hoy los enanos no se atreven a acercarse a un gigante y se conforman con escupirlo de lejos. Siempre ha sido así. Desgraciadamente, quizás siempre siga siendo así. Pero en los gigantes derrotados de antaño los gigantes de mañana hallarán un espejo en el cual mirarse y reconocerse. Y, algún día, cuando hayamos llegado al fondo de la decadencia, la estupidez, la hipocresía, la falsedad, la mentira, el egoísmo y la mediocridad; cuando el mundo entero esté convertido en un ciénaga infame que devorará y corromperá hasta a los mismos idiotas que la han producido; cuando los seres humanos nos hallemos como Leónidas, con los caminos cerrados por delante y por detrás; ése día — ¡Oh Dioses! ¡Cómo quisiera vivir para ver ese día! — ese día los enanos se arrastrarán de rodillas a los pies del último gigante y llorando le implorarán que los salve.

Y el último gigante mirará hacia las Termópilas y los salvará. Aún a riesgo de que, una vez a salvo, los pequeños energúmenos mediocres terminen escupiéndolo a él también. Porque para eso están los gigantes. Para eso son héroes. Por eso existen. Por eso, hace ya más de 2400 años, alguien colocó un león de piedra sobre la tumba de Leónidas. Por eso, desde hace más de 2400 años, los que pasan por el lugar en que se batieron los 300 espartanos se encuentran con aquella vieja, triste, terrible pero hermosa inscripción:
Viajero:
Si vas para Esparta,
dile a los espartanos
que aquí yacen sus hijos,
caídos en el cumplimiento de su deber.
Hace más de 2400 años esta inscripción le grita su mensaje al mundo desde la tumba de aquellos gigantes, y en todo ese tiempo muy pocas personas demostraron entender realmente su significado.
El grupo Hobbit ha dedicado una canción en su último disco a este grupo de guerreros, queremos compartirla con vosotros:
¡¡Impresionante el artículo!!
ResponderEliminar¡Enhorabuena por el blog y seguir así!