Quien a buen árbol se arrima...

Que la prensa tiene un doble rasero no es nuevo, y no voy a venir yo a descubrir América, pero es algo, que, por mucho que se repita, me jode, me jode mucho, y más cuando esta mañana llega a mis oídos que han ASESINADO a un joven APALEÁNDOLO hasta la MUERTE en un pueblo cerca de donde resido, aquí, en Madrid.

Resulta que, para más inri, uno de los agredidos es sudamericano, no me extraña en absoluto, aunque ciertamente me he extrañado un poco más cuando me han dicho que era un miembro conocido de la extrema izquierda.

Con lo cual he pensado, han asesinado a un camarada.

En ese momento me he puesto a buscar toda la información que he podido para enterarme cuanto antes cómo y cuándo fue dicha agresión, en que circunstancias y sobretodo porque motivo.

Escarbando para poder encontrar la citada información he llegado hasta la página de la agencia de noticias europapress. En dicha página si aparecía la noticia, pero, misteriosamente, no se dice por ninguna parte que los agresores son miembros conocidos de la extrema izquierda, lo que si se dice en elmundo.es, mi sorpresa es evidente, no obstante, inmediatamente después me voy a la página principal de dicha agencia donde, con gran sorpresa y asombro, descubro una noticia que destacaba tanto por el tamaño de sus letras como por las palabras que utilizaba “Condenado un neonazi en Sabadell por difundirmensajes genocidas en un foro”

Pero coño, resulta que en la noticia del joven asesinado no importa su ideología, da igual, total, solo ha habido un muerto, pero que una persona en internet vierta sus pensamientos (más o menos discutibles) sin asesinar ni apalear a nadie (aunque le llamen lo que le llamen el hombre no tenía antecedentes) es noticia y sobretodo importa mucho que sea “neonazi”, no sé si seré yo que me estoy volviendo loco, o esto es un caso de doble rasero en toda regla…

De ahi la frase que luce mi foto, los antisistemas, protegidos siempre por el sistema, sin duda, quien a buen árbol de arrima...

A todo esto, Sr. Ibarra, ¿Dónde está usted para condenar la agresión?