20 años de nuestra Liga.

Aunque Carlos Gardel cantaba que veinte años no es nada, ha pasado mucho tiempo desde que Toledo celebró su primer y único campeonato de Liga en una máxima categoría. Más de dos mil seguidores lo festejaron el 7 de junio de 1992 en el antiguo pabellón Salto del Caballo, ahora Javier Lozano Cid, un templo del fútbol sala en el que un equipo escribió las páginas más brillantes del deporte de la Ciudad Imperial.
 
Era el Caja Toledo, después denominado Toledart antes de emigrar a Talavera de la Reina. Una escuadra en la que los brasileños Marcos y Chico Lins formaron una pareja mágica sobre el parqué, bien acompañada por jóvenes valientes como Antonio Adeva o Francis y baluartes como Luis Alfonso Escobar y García Plata. Hombres cuyas trayectorias se agrandaron con el paso de las campañas en la elite pero que hunden sus raíces en una de las cunas del fútbol sala nacional.
 
Aquel día, el Caja Toledo partía con una notable ventaja a pesar de la juventud que destilaba el bloque. Los toledanos se medían en casa a ElPozo de Murcia con el resultado del 2-5 de la ida como aval. Servían el empate o una nueva victoria, pero los visitantes se presentaban a la cita con Vicentín en sus filas y otra pareja de extranjeros sobresalientes, Julio César y Fabinho.
 
De hecho, los murcianos se adelantaron en el tanteador. Julio César y Vicentín pusieron el 0-2 en el marcador del Salto del Caballo a los cinco minutos de partido. Sin embargo, Marcos consiguió recortar la diferencia mediada la primera mitad del choque, tras culminar con maestría una falta ensayada.
 
No hubo más goles hasta el descanso y, en la reanudación, el Caja Toledo saltó a la pista en desventaja. Pero otra genialidad de la conexión carioca de los capitalinos igualó el encuentro. Chico Lins se inventó un pase desde su propio campo a las botas de Marcos, quien controló y batió a bote pronto a Jordi en la salida.
 
Con el 2-2, el Salto del Caballo volvía a sonreír, pero no estalló de júbilo hasta que Chico Lins culminó la remontada. El brasileño ejecutó una poderosa falta a la escuadra murciana y puso por delante a los toledanos. Con todo, ElPozo no había dicho la última palabra y Vicentín equilibró de nuevo la contienda.
 
Quedaban por delante dos minutos en los que un gol murciano podría aplazar el sueño. Fueron momentos de sufrimiento hasta que Paco y Francis, a falta de segundos para el final, lograron dos tantos que sentenciaron el choque para un Caja Toledo que se impuso por 5-3.
 
Chico Lins levantó el título ante más de dos mil aficionados y toda España fue testigo de la única Liga conquistada en la capital regional. Fue una mañana histórica de la que sólo quedan vagos y dulces recuerdos de un pasado deportivo que ahora parece inalcanzable. Pero nadie puede borrar que en la Ciudad Imperial, sobre el parqué del Salto del Caballo, jugó un equipo de leyenda que se proclamó campeón: el Caja Toledo.

Fuente: www.latribunadetoledo.es