miércoles, 11 de julio de 2012

Para los que fueron y jamás volvieron...


En el delirio de combate escucho tu voz,
en la caricia de fusil siento tu dolor,
en el cantar de las balas penetra tu olor,
en la senda de la gloria eres de mi llama portavoz.


Ni mil victorias conseguirán
cubrir el silencio de mi soledad.
No me importa morir o sentir la enfermedad,
porque sé que tus pensamientos fieles a mis pasos seguirán.


Entre niebla y niebla debes combatir,
entre dolor y frio al enemigo has de abatir,
entre lágrimas de fondo oyes mi fiero silencio.


Siento tu cercanía, escucho tu cansancio,
siento la bala partir tu brava materia viva,
siento desde el adios tu amor de alma afectiva...

No hay comentarios:

Publicar un comentario