martes, 27 de noviembre de 2012

¿Merece la pena?

¿Merece la pena?

Muchas veces antes de dormir, o al despertar después de una ajetreada noche esta pregunta nos atormenta la cabeza. A veces, la primera respuesta, casi sin pensarlo sería negativa, comienzas a darle vueltas a la mente y examinando los recuerdos que se esconden en multitud de recónditos recovecos de tu cerebro y vas encontrando mas claramente la respuesta.


Muchos años han pasado ya

, en la que la vida te ha mostrado su verdadero rostro, y muchas veces te ha dado la espalda, aunque hayas podido errar siempre trataste de hacer lo que en cada momento creíste mas conveniente, aunque el paso del tiempo te demostrase tu equivocación.

Es fácil una vida acomodada, sólo con preocupaciones banales y rodeada del hedonismo que invade nuestros días, seguramente eso no es vida, o por lo menos para algunos... llegará un día en que la realidad te muestre lo vacío de tu existencia y que realmente no has vivido.

Fácil es acomodarse, y seguir los dictámenes establecidos, seguir como un borrego al rebaño, pero el día de mañana no podrás decir que has vivido verdaderamente, los únicos recuerdos que guardarás son estúpidas parodias de una vida por vivir.

Con orgullo hechas la mente atrás, quizás sin ni siquiera tener el día de mañana asegurado, pero con el convencimiento que hasta la fecha, al día que lees esta letras, has tratado de vivir una vida diferente a los demás... dejándote guiar por tus convicciones, con tus aciertos y errores, pero viviendo plenamente, cosa que no mucha gente puede decir en esta época.

En este tiempo has conocido la amistad, la verdadera amistad, alguna que otra traición pero compensada por la camaradería... esa que dura mas de tres lustros; has visto el ir y venir de muchos, pero también muchos que permanecen inalterables a pesar del paso del tiempo; como otros, tristemente no están ya a tu lado, pero como día a día ves a nuevos amigos que están ahí... y los que quedan por venir; has conocido el amor, el verdadero amor, algo inenarrable... pero también el odio, odio exacerbado contra los que están contra ti, lo tuyo y los tuyos, amor/odio dos sentimientos tan opuestos como necesarios; has comprobado como brotaba sangre de tus nudillos y otras veces como un líquido rojo cubría tu rostro; has sufrido, y sufres, persecución por no pensar como la mayoría, pero eso no te impide seguir avanzando porque no te van a doblegar; has conocido la victoria y, por que no, alguna que otra derrota... pero has luchado; has invertido muchas horas, días e incluso semanas, en un ideal que muchas veces pone en riesgo tu propia vida... no te importa lo material, te interesa lo espiritual y lo que llevamos dentro; has comprobado como muchos han cambiado, pero como muchos otros siguen siempre fieles y con los cuales puedes contar para lo que sea, incluso para ir a una muerte segura...; y así multitud de experiencias, vivencias,... que el día de mañana cuando las recuerdes y mires atrás nadie te pueda echar en cara que no has luchado por lo que crees, que no has vivido verdaderamente, que no has vivido peligrosamente... ajustándote en cada momento al tiempo que vives y a tu propia vida... pero sin abandonar nunca tu ideal.... no sabes vivir de otra manera.

Que cuando miremos dentro de nosotros, todo siga estando allí: todos los lugares, todos los momentos, todas las personas. Porque es posible que todo cambie, pero en esencia, aquello que nos importa, lo que llevamos en el corazón, permanecerá siempre.

No necesitas fortunas, sólo tu corazón. Nuestra Sangre, frente a su oro.

Entonces, llegado a estas alturas... ¿merece la pena? SÍ, ¡¡MERECE LA PENA!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario