Tiendas saqueadas, mobiliario público destrozado, piedras estrelladas contra las lunas de los coches, transeúntes atacados y amenazados. Es el resultado del ataque a una asociación benéfica perpetrado el pasado 10 de diciembre por centenares de africanos que se manifestaban en el centro de Londres contra el resultado electoral de la República Democrática del Congo.
La asociación benéfica Macmillan Cancer Support había organizado un concierto con villancicos para concienciar a la gente de esta dolencia y recaudar fondos en la lucha contra el cáncer. En él participaban personas cuyos seres queridos habían sido tratados por esta enfermedad.
En ese momento, adolescentes enmascarados de origen africano, atacaron a los cantantes de villancicos, y lanzaron botellas de agua y otros objetos a la multitud. Uno de los jóvenes negros prendió fuego al árbol de Navidad, un regalo anual de la ciudad de Oslo desde 1947, según un testigo. Una mujer de 40 años que recibe tratamiento por cáncer de pecho, fué empujada al suelo. Mientras se producía el ataque, “chicas adolescentes (de color) gritaban y vociferaban como posesas animando a los asaltadores e insultando al resto”, dijo otro testigo.
“La gente estaba cantando y divirtiéndose y esas personas vinieron decididas a estropear por completo el ambiente. Si quieren protestar y manifestarse por alguna cuestión que lo hagan y ya está, pero ¿por qué tuvieron que arruinar una ocasión preciosa y la ilusión de tanta gente?”, dijo Mark Horton, director del coro de villancicos. El concierto fué interrumpido mientras se tomaban fuertes medidas de seguridad.
La Policía realizó 139 detenciones por los disturbios y por ataques y obstrucción a oficiales de Policía. La manifestación se originó como protesta por la reelección de Joseph Kabila en el Congo, que según algunos observadores internacionales carece de credibilidad. El jueves pasado otro grupo de 200 congoleños forzó la evacuación de la estación de metro Oxford Circus, en el centro de Londres, debido al desconcierto originado después de que activaran la alarma del subterráneo.
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