sábado, 19 de febrero de 2011

Al final nos comen...

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Poco a poco, como laboriosas hormigas, la Comunidad China ha llegado, se ha afianzado, y  avanza sin descanso  en un pueblo, el español, que trabaja, si tiene suerte, para poder malvivir.
Y es que sólo hay que dar una vuelta por las calles de nuestros pueblos y ciudades  para ver que desde hace años, solamente abren negocios y tiendas los chinos, mientras cierran los demás.  Tiendas de alimentación, de regalos, de ropa, de calzado, etc.. con unos precios con los que es imposible competir si además le añadimos que los bolsillos de los consumidores potenciales de estos negocios andan semi-vacíos, como para que la señora a la que acaban de bajar la pensión, o el padre de familia parado, no busque los precios más asequibles, para ir tirando con cierta dignidad, sin parar a pensar si el mercado se ha roto, o si el español de al lado ha tenido que cerrar su tienda a consecuencia de la competencia desleal  de  los nuevos vecinos, doloroso pero lógico.

Y es que estas personas de mirada de sospecha eterna viven para trabajar, y cuando se cabrean, los “jodíos” trabajan el doble. Son tan currantes y tan suyos (alguno diría cerrados y discretos), que ya no sólo traen directamente de China los productos que venden en España ( de una calidad discutible), tampoco gastan el dinero que ganan en las pequeñas empresas de aquí, que aún quedan y son buenas, se lo digo yo, ahora, para no verse obligados a usar bancos españoles, se traen uno de casa, además el más grande, bestial, nada más y nada menos que el Industrial and Comercial Bank of China (ICBC), así no tienen que guardar sus dineros bajo una baldosa del suelo de su hogar , o pasar por manos ajenas, sino que directamente llegará a su casa.



Algunos comentaban que el día que China despertase, se nos iba a caer el pelo, yo pienso que China está más que despierta, y nosotros demasiado dormidos, y que algunas de nuestras azoteas ya clarean por desgracia, al menos eso, lo llevamos recorrido.

Ironías a parte tengo que decir que la instalación eficaz de China, a través de sus multi-tiendas, bancos o negocios varios prosigue en España y sus consecuencias aún no se tienen claras, es necesaria una reflexión y concienciación de la gente de a pie, fortalecer esos lazos solidarios para con los nuestros, o deberemos de aprender algo más que Ni Hao ( Hola) para poder subsistir en un futuro.

Pepe Rossi.

EXTRAIDO DE: Area 3.

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