Es esa mañana cuando se oye la fatídica llamada en la última planta, los milicianos republicanos tienen preso al hijo del coronel, y, de no rendir el Alcázar, será fusilado, Moscardó, en una muestra soberbia de valentía y honor, pronuncia las famosas palabras: El Alcázar no se rendirá Jamás.
Es en ese momento cuando Luis Moscardó (el hijo del coronel) es trasladado a una prisión clandestina, junto a su otro hermano, Carmelo Moscardó, donde pasarían un mes en condiciones infrahumanas.
Mientras tanto, en el Alcázar, los republicanos siguen con el asedio, la defensa feroz de los sublevados hace imposible la victoria republicana, se convierte entonces el Alcázar en un símbolo para el bando nacional, dando cuenta de ello, los republicanos bombardean el Alcázar, incluso cavan túneles para volar la fortaleza con minas, son muchas las bajas nacionales, pero más duro es su empeño y su valor.Será el 23 de Agosto de 1936 cuando Luis Moscardó, junto a otros 40 presos republicanos, es trasladado al paseo de Recaredo, y allí, frente a una piedra, es fusilado.
Habiendo transcurrido 80 años de aquella gesta, más de una veintena de jóvenes no conformes de Toledo, queriendo recordar a todas aquellas personas que defendieron con tal grandeza su ideal, se reunieron en el mismo lugar donde fuera fusilado Luis Moscardó, para rendir homenaje a estos héroes, no sólo a los que murieron, sino a los que aguantaron estoicamente las embestidas del bando comunista, y demostrando que hoy, como ayer, resistiremos.
El acto consistió en una ofrenda floral, la lectura de un pequeño discurso preparado por uno de los asistentes, y la posterior narración de un testimonio real de un familiar de uno de los defensores del Alcázar (Capitán Alba Navas, les recomiendo busquen su historia)
Sin más muchísimas gracias a todos por venir.
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